ASTRONAUTA

para "la Granota" , gracias por las lecturas.


Sentado
en una alberca de plástico en la sección de juguetes
del supermercado
Recuerdos de infancia:
viajes intergalácticos
en mi carrito
de súper espacial Un par de walkie talkies:


INFINITO AZUL A TORRE ELECTRICA

Cambio

INFINITO AZUL A TORRE ELECTRICA

Un niño juega con su madre
y yo

miro a las chicas a las demostradoras

Y al mirarlas
mis niveles de serotonina también juegan Me hacen sentir triste

Una de ellas
Una chica
Una demostradora
se acerca
y me ofrece yogurt en un pequeño vaso transparente

Es de fresa me dice

y sonríe

Mientras
las otras chicas las otras demostradoras ellas

con sus hermosas piernas y

sus hermosos ojos

miran al infinito universo de cereales

mis niveles de serotonina
d
e
s
c
i
e
n
d
e
n

aun más.

DICEN

Para Elsa

Ella esperaba al que escribe
con pasos la ciudad
Él quien preso en su ceguera
No la vio a ella
A ella quien lo esperaba a él
para que leyera su cuerpo
con la yema de los dedos

-Poesía se llamaba
¿Cuatro y un refresco?
Treinta y cinco, joven

Rojo fuego
bajo
la luz roja de un semáforo
por un cruce peatonal

Dicen que desesperada por la tardanza
ella prendió un cigarro
prendió su cabello y corrió
perdiéndose
por las calles de Tacubaya de Tlalpan de La Merced

-Pasó por mi casa
como a las doce de la noche

Llegó hasta los cerros dicen
Y en los cerros tropezó y
cayendo al suelo
lo sembró de brasas

- y por eso los cerros están así jaspeados

Y jaspeados brillan en la noche

Eso dicen los niños de la calle
Mona en mano dicen
Y eso dicen también las señoras
que venden tamales
en las esquinas.

EL MUNDO ESTA CAMBIANDO

Anoche soñé contigo. Soñé que iba a buscarte a tu casa y justo cuando llegabas me escondía detrás de un árbol, en mi sueño estaba muerto de vergüenza. Me levanté por la mañana pensando en ti,que era algo que estaba tratando de evitar, pero hoy no he podido y me he sentido inexplicablemente triste. He tenido unos días estupendos por acá y he salido con mis amigos a beber tragos y a andar por allí en el coche. Y han pasado cosas muy buenas desde que no estás, como si Dios quisiera recompensarme, pero luego pienso un poco más y creo que Dios no tiene nada que ver en esto, en el mejor de los casos habrá observado todo cagándose de risa. Tampoco llamaste por Navidad ni ningún otro día después y ni siquiera he esperado que lo hagas, pero es que fuimos también estupendos amigos y eso se te ha olvidado. Yo he entendido muchas cosas, unas más que otras, lo que yo no entiendo muy bien es que me odies y me culpes tanto como creo que lo haces. De todos modos quedarán allí todas esas canciones que cantamos juntos en tu coche o el día en que te llevé flores al aeropuerto; sé que no lo hice muy bien, pero aquello fue de las mejores ideas que he tenido. Hoy me encuentro caminando por esta ciudad nublada a 1000 kilómetros de ti, escuchando a Sunburned hand of the man en los audífonos y sintiendo nostalgia de lo que pudo ser. ¿Sabes? Prometí que volvería, pero he cambiado de opinión y en pocos días el mundo ha cambiado para mí. Me acuerdo de lo bien que la pasamos juntos. Yo no te odio, ni siquiera me caes mal, a veces ya ni siquiera pienso en ti. El mundo está cambiando.