Me levanto ciego y desoñado
Lanzando petardos
Desde la primer taza de café
Quiero leer tus muslos
Pero las avenidas se interponen
Los letreros luminosos se interponen
Los miércoles de plaza se interponen
Los versos no escritos de este poema se interponen
Termino mi desayuno
y me aferro al teclado
acorto la distancia
sílaba tras sílaba tras sílaba.
1 comentario:
Qué voy a decir que no haya dicho ya?
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