Anoche soñé contigo. Soñé que iba a buscarte a tu casa y justo cuando llegabas me escondía detrás de un árbol, en mi sueño estaba muerto de vergüenza. Me levanté por la mañana pensando en ti,que era algo que estaba tratando de evitar, pero hoy no he podido y me he sentido inexplicablemente triste. He tenido unos días estupendos por acá y he salido con mis amigos a beber tragos y a andar por allí en el coche. Y han pasado cosas muy buenas desde que no estás, como si Dios quisiera recompensarme, pero luego pienso un poco más y creo que Dios no tiene nada que ver en esto, en el mejor de los casos habrá observado todo cagándose de risa. Tampoco llamaste por Navidad ni ningún otro día después y ni siquiera he esperado que lo hagas, pero es que fuimos también estupendos amigos y eso se te ha olvidado. Yo he entendido muchas cosas, unas más que otras, lo que yo no entiendo muy bien es que me odies y me culpes tanto como creo que lo haces. De todos modos quedarán allí todas esas canciones que cantamos juntos en tu coche o el día en que te llevé flores al aeropuerto; sé que no lo hice muy bien, pero aquello fue de las mejores ideas que he tenido. Hoy me encuentro caminando por esta ciudad nublada a 1000 kilómetros de ti, escuchando a Sunburned hand of the man en los audífonos y sintiendo nostalgia de lo que pudo ser. ¿Sabes? Prometí que volvería, pero he cambiado de opinión y en pocos días el mundo ha cambiado para mí. Me acuerdo de lo bien que la pasamos juntos. Yo no te odio, ni siquiera me caes mal, a veces ya ni siquiera pienso en ti. El mundo está cambiando.
miércoles, 11 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
No puedo evitar que me guste todo lo que escribes.
Éste es diferente, no tan bestia como otros, pero con ese regusto triste, nostálgico, oscuro...
No tiene NADA que ver pero quizá te apetezca participar en mi propuesta de este mes...
Me gusta su escritura Don Acordeone jejeje. Le dejo aquí un abrazo. Gracias por prestarme el libro de Bobby Bolaño jaja ya pronto se lo regresaré y yo quiero prestarle uno de Elmer Mendoza. Al rato lo veo. jeje
Sueñas mucho... he disfrutado deslizando la mirada por sus letras...
Publicar un comentario